El bosque de los suspiros

El bosque es otra de las demilitaciones dentro del reino de Acamelot,por las mañanas es muy tranquilo y solo veras pasear a algunos animalitos mientras algunos bosqueños viven y trabajan alli dentro del bosque,pero por las noches se vuelve en un lugar de encuentro y de grandes fiestas para la mayor parte de las creaturas extrañas como los duendes,las hadas,las ninfas y demas seres fantasticos.

Había huido hace varios días de su hogar en Elmore en búsqueda de paz y tranquilidad hacia rumbos desconocidos para él, a pesar de poseer los ojos vendados, confiaba plenamente en el rumbo que pudiese tomar su fiel caballo de color café y nariz negra, su primer y único caballo que lo obtuvo desde que nació, ademas se trataba del primer animal que le obsequiaban, por lo que posee un gran afecto hacia este.

Aun podía recordar su cumpleaños número 13, en aquel mismo día había nacido Anope, su ahora fiel corcel de color café, en aquel entonces y en ese mismo día había ido a visitar al establo dentro de los terrenos de su familia, en donde pudo observar con suma cautela e impresionado el nacimiento de la vida.

Con el pasar de los años, ambos se han ganado el mutuo aprecio y respeto, no era tan solo un animal para él, sino que era su compañero.

Muchas experiencias han vivido los dos, desde el cruzar de una hermosa pradera hasta el cruzar de un aterrador y escalofriante pantano lleno de peligros y demases.

Nunca antes había salido mas allá de los limites de Elmore hasta el día de hoy, encontrándose con un aparentemente amigable bosque frente a sus orbes azulados. Ya era medio día y deseaba descansar después de tan largo trayecto, por lo que lentamente hizo que Anope se acercase a un enorme y hermoso roble junto a un pequeño claro de aguas de cristal.

En aquel lugar el caballo se detuvo y le permitió a su señor bajar de este, vestía ropas poco usuales para su ser, ropas comunes y corrientes muy similar a las de un granjero para poder disfrazar su verdadero ser, mientras que su cabello se encontraba desordenado, pero se mece con suma seducción y dulzura por cada brisa que se atrevía a recorrer su ser, acariciar su rostro...

En ese instante el caballo se acerco al claro para beber tranquilamente de sus aguas, mientras Nathaniel sacaba un mapa de entre sus ropas para buscar en que punto se encontraba, pero sin éxito alguno, realmente estaba perdido, por lo que esbozo una leve sonrisa en sus labios, pues ese era su objetivo para librarse, al menos por un tiempo de su familia y de la presentación de tal vez su futura esposa, como casi todos los días ya.

Guardo nuevamente su mapa y se acerco a Anope para acariciar suavemente con la palma de su diestra su pelaje café, con suma suavidad y delicadeza.

Acariciaba lenta y suavemente el pelaje de su cabello con una de sus manos, acariciando cada uno de sus cabellos con suma suavidad, le tenia mucha aprecio después de tantos y largos años por lo que lo trataba con sumo cuidado mientras este bebía tranquilamente de aquel transparente claro, había sido un viaje largo y después de muchas horas, al fin podía beber algo de liquido para satisfacer su cansado cuerpo.

Se encontraba a espaldas de la joven, por lo que no se percato de como esta se acercaba hacia él por detrás al igual que su caballo, ya que este solo se alza al percibir algún peligro cercano, entonces busco con su diestra nuevamente su mapa para observarlo una vez mas, orgulloso por lo logrado, de seguro tardarían varias semanas en encontrarlo o incluso meses.

De manera repentina dio un pequeño brinco al oír la voz de la joven detrás de él, se había asustado ya que había pensado que se encontraba solo junto a Anope y le fue sumamente inesperado la existencia de alguien mas en este lugar tan apacible y tranquilo.

Luego instintivamente se giro hacia la joven, apartándose un poco de su caballo mientras tomaba con ambas manos su mapa, sus manos se encontraban cubiertas por gruesos guantes de color negro hechas de cuero por sencilla protección.

Al observar la sonrisa de la joven, este al igual que ella le obsequio una suave y leve sonrisa, ya que no le parecía peligrosa o similar, tras oír sus primeras palabras, solo asintió levemente con la cabeza mientras la observaba de pies a cabeza, suspirando un tanto aliviado, ya que al parecer la joven frente a sus ojos no pertenecía al equipo de búsqueda que seguramente sus padres pudieron enviar para encontrarlo, ya que no poseía el escudo de su familia en su la vestimenta de esta.

Fue entonces que escucho su interrogante y sus orbes azulados se posaron en la mirada de Ginebra- Ehm... ehm... yo... yo vengo de un campo cercano a aquí,... -Se excuso, fingiendo casi a la perfección de donde realmente pertenecía, aunque sin saber si había un campo cerca de aquí o no y demostrando cierto e imperceptible nerviosismo que esperaba no ser notada.

Así que no creo que sea necesaria tu ayuda, aunque... -Fue entonces que se percato como esta tomaba de su mapa, percatándose de la mano herida de esta- Aquella herida no se ve muy bien, no soy medico, pero se muy bien que sera mejor tratarla, ademas debe de mantenerse limpia para que no obtenga infección alguna, me permitirías ayudarte? -Interrogo sin esperar respuesta alguna, le robaría el mapa a la joven y la guardaría entre sus ropas para después centrar su atención en esta, en su mano herida específicamente.

Lenta y sutilmente la tomaría de su muñeca para guiarla hacia el claro para poder ayudarla, la invitaría cortesmente a sentarse a las orillas de sus aguas, sobre la suave hierva para después quitarse sus guantes para así poder lavar y limpiar la mano herida de esta con suma delicadeza.

Parecia el joven que no queria ayuda alguna,pero tambien se habia percatado de lo que habia dicho,un campo,arqueo la ceja,la geografia del reino la conocia a diestra y siniestra,mar,bosque,ciudad y pueblo ¿pero campo? intento recordar alguno,pero no le venia ninguno a la cabeza,iba a hacerle mas preguntas cuando escucho su pregunta y sonrio,apenas y se acordaba de la herida con la que habia sido atacada.


-En realidad no es nada-dijo,aunque por dentro sabia que le dolia demasiado y viendo como aquel joven la ayudaba sintio que el joven poseia una gran preocupacion por aquellos que no conocia y por si fuera poco una gran amabilidad,sonrio de nuevo-solo es una simple herida,no es nada,malo que ese pirata me hubiera atravesado-penso en vos alta sin percatarse de que el la estaba escuchando-tan solo le arrebate la espada y esto es el resultado de ese pequeño accidente.


-No pareces de aqui y despues de una gran ayuda,me gustaria encontrar la forma de recompensartelo-entonces recordo palacio,no queria volver a lo que sonrio encogiendose de hombros-aunque aun no tengo a donde ir,soy una especie de vagabunda-sonrio mostrando una sonrisa limpia-quizas un poco rebelde,pero no hablemos de mi ¡que vanalidad!


Luego lo vio y le pidio-mejor hablemos de ti,¿que hace un joven como tu perdido por aqui?-le pregunto y luego giro la mirada aun sentada sobre el cesped admirando el caballo-es hermoso ¿estais perdidos supongo?¡pero que pregunta,mas bien deberia de preguntar¿a donde quereis ir?!

Lentamente limpiaba la herida de la joven con el agua del claro mientras instintivamente le acariciaba su palma con suavidad con la yemas de sus dedos, tratando de limpiar así todo rastro de sangre y suciedad mientras la escuchaba, su mirada estaba centrada en aquella herida, pero de ves en cuando no podía evitar observarla fijamente a los ojos con sus orbes azulados de manera inconsciente y por breves instantes- Pirata?, de donde provienes? -Interrogo casi al instante tras oír acerca de aquel tema y del como esta se había lastimado específicamente, sumamente sorprendido por lo demás.

Luego lentamente sacaría de uno de sus bolsillos una venda, no parecía muy limpia por lo que la llevo a las aguas del claro para poder lavarla y limpiarla lo mas perfectamente posible para después cubrir con esta la herida de la joven, al menos podría servirle como protección temporal hacia la suciedad y similares.

Esbozo una leve sonrisa tras oírla, mas aun cuando menciono que tal vez podría compensar la ayuda que amablemente le había obsequiado recientemente- Una vagabunda?, si es así... conoces algún refugio o posada en donde pueda pasar hoy la noche? -Interrogo curioso, desde que había partido en esta pequeña aventura, aquella joven frente a sus ojos era la primera con quien entrelazaba alguna palabras durante todo el trayecto.

Mientras tanto su caballo se alzaba simpáticamente para después acercarse hacia ellos, hacia Nathaniel y por detrás para lamer sus cabellos castaños y claros, bañándolos en su pegajosa y poco agradable saliva.

Obviamente aquel acto lo había pillado desprevenido e inconscientemente se aparto del animal para sentarse junto a Ginebra de manera instintiva- ... -Le había impresionado ya que no usualmente su caballo se comportaba de esa forma tan simpática y graciosa, aun así le había causado un tanto de gracia y soltó una leve carcajada para después posar la palma de su diestra sobre su cabeza en el punto exacto en donde su caballo había lamido, sintiendo aquella pegajosa saliva en sus cabellos castaños- Bastante... pegajoso... -Musito un tanto incomodo.

Luego volvió su vista a la joven, sumamente avergonzado por lo recientemente sucedido mientras trataba de limpiar su mano con la hierba que estaba entre ellos con un poco de dificultad, realmente aquella saliva estaba bastante pegajosa- Tan solo soy... ehm... hijo de herreros cercanos aquí, en un pequeño pueblo -Mintió nuevamente, fingiendo a la perfección, sin recordar y percatarse de lo que recientemente había dicho, había sido una absoluta incoherencia con su historia, ya que en un comienzo había comentado que provenía de un campo.

Se percato de manera tardía de ello y su ser se volvió un tanto nerviosa- Osea... de un pueblo hecho de diversos campos, en donde mis padres son herreros... -Comento, tratando de arreglar de algún modo su incoherencia, me creerá?, se preguntaba en ese instante dentro de sí.

Y... pues ehm... íbamos a buscar materiales para fabricar armas y ese tipo de cosas... -Le contesto con respecto a lo que ahora debían hacer, obviamente mintiéndole- Aunque tardaremos varios días en encontrar lo que necesitamos... por eso necesito encontrar algún refugio mientras, antes que caiga el anochecer -Le explico, realmente le era muy difícil fingir esta gran mentira, pero era necesaria, al menos por ahora.

Estaba en silencio viendo como el joven amable le seguia curando la herida cuando escucho sus preguntas a lo que se sonrojo y bajo la mirada demasiado apenada,los piratas,habia olvidado que eran de mala reputacion y casi nadie los queria,luego recordo el incidente y se mordio los labios para despues suspirar y verlo a sus hermosos ojos azules.
-naci aqui en Acamelot,pero por desgracia tube un pequeño percance con uno de ellos-no quiso contarle mas a lo que decidio decir una pequeña mentira,para no tener que decirle en realidad de donde venia-tome mi camino diario y fue cuando me encontre con el,asi que tube un pequeño conflicto con el,quiso atacarme,pero no me deje-sonrio de nuevo.


Luego vio como amablemente lavaba lo que parecia ser una especie de venda que despues le coloco,la herida por lo menos no tendria mas daños,se toco su palma,ahora ya no le dolia demasiado,despues escucho su pregunta a lo que sonrio,conocia muy bien todo el reino y sobre todo conocia de una posada a la que podia ir sin ningun problema-¡claro!-respondio con una amplia sonrisa-¡ven conmigo!


Luego vio a su corcel,parecia ser de pura sangre a lo que no pudo evitar exclamar-¡es de raza genuina¿cierto?! yo ten...es decir tenia uno de niña-sonrio timidamente de nuevo-no podia decir que tenia caballos pura sangre en palacio,cuando se las estaba dando de vagabunda,luego levanto la mirada alcansando a escuchar su murmullo,le parecia un joven bondadoso y simpatico,pero aun no entendia que era lo que estaba haciendo solo.


Entonces Ginebra recordo lo que su hermana le habia gritado,su hermana jamas la entenderia,en absolubto,luego sus pensamientos se perdieron cuando escucho que venia de padres herreros de un pueblo,si conocia de un pueblo,pero no sabia que tuviera campo el pueblo,luego arqueo la ceja dandose cuenta de que el chico no sabia mentir a lo que sonrio y lo vio con una amplia sonrisa,lo vio a sus ojos y exclamo-¡se nota a leguas que no sabes mentir! asi que ahora me vas a decir en realidad,de donde vienes.


Aquello le habia parecido gracioso,sobre todo viniendo de el,pero se percato de su amplia sonrisa a lo que dejo de hacerlo y se concreto a ver el cesped,sabia que se estaba haciendo tarde y que el nesecitaba un lugar a donde llegar,se puso de pie y con una amplia sonrisa le dijo-ven,sigueme,iremos a la posada,tengo gente que me conoce alli,con suerte no nos cobraran tan caro-sonrio sugiriendole que la siguiera.

Esbozo una sonrisa mas notoria entre sus labios tras oír que conocía un refugio o similar para pasar esta larga noche, olvidando momentáneamente aquella breve historia con respecto al encuentro que esta tuvo con aquel pirata, ya que al menos ahora, la joven se encontraba bien y se encargaría de que así estuviese, al menos en todo instante en que este con ella, se lo debía por su amabilidad.

Ahora se encontraba junto a Ginebra y con gran parte de sus cabellos sumergidos en la baba pegajosa de su animal, tras oír su interrogante, asintió levemente con la cabeza- Ehm... no, no lo es -Mintió nuevamente, ya que si le afirmaba la interrogante seria muy extraño, ya que como un simple hijo de herreros podría tener a un animal pura sangre tan fino y tan solo digno de la alta sociedad?.

Fue entonces que la joven de alguna manera había descubierto sus mentiras, por lo que inmediata y naturalmente sus mejillas se tornaron de un intenso rubor rojizo mientras su piel se estremecía debido al nerviosismo que aquellas palabras le habían causado, realmente había sido descubierto?, así parecía, aun así ahora mantenía una nerviosa y leve sonrisa dibujada en sus labios.

En ese instante el primer astro apareció en el cielo aun azulado. Entonces poso fijamente su mirada en los ojos de la joven, al parece aquel comentario con respecto a que había mentido tan solo había sido una broma de mal gusto nada mas, ya que no hizo insistencia de ello, sino que todo lo contrario, ahora era invitado a una posada.

Lentamente comenzó a levantarse de la hierba y junto a ella mientras Anope se acercaba hacia ellos, hacia Nathaniel exactamente- Aquella posada se encuentra muy lejos? -Interrogo con suma curiosidad mientras se subirá ágil y rápidamente a su caballo para después girar su mirada hacia esta, extendiendo su diestra hacia la joven e invitándola a subirse junto con él en aquel corcel para que se sentase detrás de él.

Luego buscaría sus guantes de color negro que con anterioridad había guardado en sus bolsillos después de haber curado temporalmente la herida que Ginebra poseía producto del filo de la hoja de una espada mientras tanto una suave y cálida brisa acariciaría sus seres- Estas lista? -Interrogo antes de partir mientras comenzaba a tomar las riendas de su fiel caballo y a la espera de la respuesta de la joven- Si es así, agarrate muy bien de mi -Advirtió, ya que irían rápidamente hacia donde la joven les indicaría, ademas Anope ya se encontraba hidratado y dispuesto a todo.

Le ordeno a la joven que se aferrase muy bien a él una vez que esta acepto su mano y subió a Anope, fue entonces que escucho la verdadera versión con respecto a aquella supuesta boda, pareciendole un tanto extraño, mucho mas si esta se encontraba soltera ya que... debía de admitirlo, Kahlan es muy atractiva, con tan solo pensarlo sus mejillas se tiñeron de un leve color rojizo por lo que negó con la cabeza ante tales pensamientos, se sentía incomodo sintiéndose nerviosos y otras cursilerias.

Fue entonces que pudo oír su nombre y lo reitero suavemente dentro de sí- Yo me llamo Na.... Alexander -Se presento después de ella y tímido, debido a que por poco se presentaba con su verdadero nombre mientras la observaba desde atrás, entrelazando su mirada con la de ella, la observo de una manera bastante atractiva y cautivante pues le había llamado mucho la atención mientras esbozaba una leve sonrisa en sus labios tras oír aquel comentario con respecto al color de sus ojos

Si, tienes razón, debemos partir cuanto antes... -Susurro mientras giraba su rostro para observar en frente y seguir la indicación de la joven para llegar al palacio.

Apone comenzaría una gran carrera una vez que Nathaniel se lo ordeno a través de las riendas, saldrían del establo y se alejarían de aquella posada atestada de piratas peligrosos, vándalos y demases velozmente, siguiendo donde la joven había indicado.

Había una hermosa luna junto a sus incondicionales y preciosas compañeras en el cielo, presentes y espectadores de la carrera del caballo junto a aquella pareja sobre este animal, estas acompañarían con su luz el trayecto de Apone hacia el palacio, pero... la oscuridad de la noche suele jugar con sus sombras los caminos de los viajeros para hacerlos perder del verdadero trayecto.

Por lo que inconscientemente Apone tomaría otro rumbo, se dirigiría hacia un punto conocido, hacia el Bosque de los Suspiros en donde había conocido a Ginebra, pero que de noche seria muy diferente al día, demasiado diferente.

Sin percatarse, se habían sumergido en lo mas profundo del bosque, en donde se podían oír extraños sonidos, seguramente alguna que otra fiesta de algún ser fantástico como hadas, duendes... seres que desconocía totalmente.

Fue entonces que detuvo a Apone y se giro hacia la joven levemente- Donde estaremos?, estaremos cerca del palacio? -Interrogo con cierta preocupación.

Hizo detener a su caballo mientras comenzaba a oír a la joven, dos personas de diferentes lugares sin conocer este lugar, pensó en ese instante, percatándose que poseía mucho en común con la joven, tal vez demasiado- Estas en lo cierto, y al igual que tú,... y aunque suene tal vez una extraordinaria coincidencia... también llegue hoy a estas tierras -Le respondió en ese instante, con su cuerpo girado hacia ella y a su merced.

Sus orbes azulados se entrecruzaban con los ojos de la joven, e inconscientemente y al igual que ella, la observaba con intensidad y fervor directa y fijamente a sus ojos.

Las palabras de la joven confirmaban lo que pensaba en ese instante: se encontraban perdidos, aunque extrañamente el lugar en donde se encontraban se les hacia absolutamente familiar, como si ya hubiese estado allí con anterioridad, pero debido a la intensa oscuridad, no podía reconocer nada.

Luego observo como la joven se bajaba de su corcel, por lo que él se bajo detrás de ella para obsequiarle una suave caricia a su caballo por sobre su cabeza mientras le indicaba que se quedase tranquilo en ese mismo punto en donde estaba para después seguir a la joven y detrás de ella para después observar como se giraba hacia él y le entregaba su chaqueta, la cual la sostuvo con uno de sus brazos.

La observaba fijamente, el como le daba la espalda para después observar como el helado viento acariciaba el ser de la joven, jugando con el vestido que esta poseía mientras se percataba del frió que sentía, la temperatura era baja y de seguro la joven era del tipo de personas que no poseía la capacidad física de resistirlo, dedujo. Entonces y mientras tanto se percataba un poco gracias a la luz de la luna y de las estrellas de su alrededor.

Fue entonces que Kahlan se giro hacia este para obsequiarle aquel poco afortunado comentario y al igual que ella, no sabia donde se encontraban y mucho menos cual seria la dirección del palacio, por lo que se acerco lentamente hacia la joven para detenerse a tan solo un metro de ella mientras la observaba fijamente a los ojos- He de insistir que te pongas esta chaqueta, sino no creo que resistas las poco agradables brisas heladas de la noche -Comento amablemente y extendiendo su chaqueta, ofreciendosela nuevamente- Haz de saber que no aceptare un “no” por respuesta, ademas... créeme podre resistir al frió, provengo de un lugar donde el invierno y la nieve gobierna.

Ladeo levemente su rostro hacia uno de sus hombros- Creo que lo mejor sera dormir en este lugar y esperar a la luz del día para encontrar una salida de este bosque para ir a aquel palacio... -Le propuso a la joven, suponiendo que era la mejor opción para salir de este lugar, ademas... seria la ocasión indicada para conocerla, inconscientemente lo deseaba y con sumo fervor, ya que no solía realizar amistades con personas mas allá del reino de Elmore y que sea normal, en el sentido de su nivel educacional, económico, social... y Kahlan aparentemente era así.

Suspiro aliviado tras ver como esta aceptaba de su chaqueta, el cual le brindaría sumo calor a la joven, aunque tras oírla... acaso podrían provenir del mismo reino?, se pregunto en ese instante, pero sencillamente ignoro aquella pregunta en su cabeza, ya que podrían tener toda la noche para poder conocerse.

Luego observo como la joven se apartaba de él mientras la escuchaba con suma atención, tras sus palabras tan solo asintió levemente con su cabeza- Esta bien, iré a buscas unos leños secos para realizar una fogata -Le contesto a la joven para otorgarle mientras tanto un tiempo de privacidad a esta tras observar como le daba la espalda a este, por lo que se giro y se dispuso a buscar algunos leños para poder realizar una fogata para así combatir contra el viento helado que había en el interior del bosque.

No tardo en encontrar diversos leños para después realizar una pequeña fogata, el cual solo faltaba el dulce y hermoso fuego mientras se percataba que la joven aun se encontraba a orillas del río, que podría estar haciendo?, se pregunto... pero la respuesta mas lógica llegaba de golpe a su cabeza, de seguro se trataría de la pegajosa saliva de su animal, dedujo fácilmente.

Después y finalmente sus miradas pudieron entrelazarse una vez mas, escuchándola con atención, seria un buen momento para compartir y conocerse aun mas- Me encantaría, aunque también deseo saber de donde provienes exactamente -Respondió con sencillez, sonriendo al igual que ella y sintiendo una gran afinidad hacia esta a pesar de recién conocerla.

Mientras tanto comenzaba a oír extraños ruidos del bosque, los cuales hacían estremecer levemente su cuerpo debido a diversos sentimientos poco agradables, fue entonces que observo como la joven le hablaba a su propio brazo como si este tuviese una vida aparte al resto del cuerpo de Kahlan, acaso estaba loca?, se pregunto en ese instante y solo se mantuvo en silencio, escuchándola nada mas mientras sentía decepción, ya que había conocido a una loca.

Fue entonces que Kahlan se dirigió hacia este y la escucho atentamente, sin saber si debía de creerle o no debido a lo que recientemente fue espectador, pero al percibir un leve temor en la joven, sencilla e inconscientemente asintió con la cabeza ante esta- Realmente ya no se de que hablas e incluso creo que estas un poco loca... -Contesto bromeando un poco mientras se acercaba a la joven- Pero tengo el extraño sentimiento de que debo... debo de estar contigo a pesar de todo -Confeso, realmente se sentía así en ese instante con respecto a Kahlan, sin importar cuan loca pueda estar, ademas sentía la responsabilidad de ayudar a Ginebra, se lo debía, así lo sentía al menos y esperaba a que la joven estuviese en lo cierto.

Se detuvo frente a la joven mientras daba un leve silbido, el cual llamaría a Anope.

Mientras tanto, acercaría lentamente su diestras al rostro de la joven para obsequiarle inconscientemente una caricia en una de sus mejillas brevemente- No te preocupes, todo estará bien -Le aseguro en un susurro mientras llegaba su caballo a su lado y se subía a este para después invitar a Kahlan subirse también y detrás de él para partir rumbo hacia donde esta le había indicado.

El pekeño duende se aparecio frente a kahlan:

-hola kahlan, elen se dirigio al malecon y me dijo ke tu fueras con la reina alex y ....-penso- bueno con eso te basta no?-se le habia olvidado- eespero ke vengas-miro al muchacho- no se kien es, pero no es un duende asi ke no te fies-decia seguro de si mismo como si ellos fueran totalmente de fiar- bueno yo vuelvo a palacio, hoy sirven estofado y no me lo kiero perder-dijo el pekeño corriendo con rapidez hasta ke desaparecio de akel lugar

El caballo corría a gran velocidad hacia la nueva dirección que les habían dado, hacia el malecón, sin saber que seria un largo trayecto para llegar a aquel lugar, ademas debían de salir de este bosque primero, el cual se le hacia absolutamente familiar, pero sin poder reconocerlo aun.

Durante el viaje pudo sentir como la cabeza de la joven se recargaba contra su espalda, por lo que la observo de reojo hacia atrás, hacia la joven para observarla fijamente por breves instantes con sus orbes azulados, percatándose de que esta al parecer se había sumergido en un profundo sueño, de seguro ya estaba bastante cansada, no es justo que siguiese pensó en ese instante, Kahlan debía de descansar, por lo que repentina y suavemente el caballo comenzó a detenerse en el medio del Bosque de los Suspiros para que la joven no se despertase.

Luego y muy minuciosamente se bajaría del corcel, sosteniendo delicadamente a la joven entre sus brazos y con sumo cuidado ya que no deseaba despertarla para después recostarla sobre la hierba, hierba seca y que solo transmitía calidez, era una especie de hierba especial y venenosa ademas si era ingerida, luego lentamente se saco su camisa, mostrando su torso muy bien trabajado y perfecto mientras haría de aquella camisa una pequeña almohada para recostar la cabeza de la joven sobre esta.

Perdoname... -Susurro mientras la observaba dormir, sabia que debían de ir cuanto antes al malecón, pero también sabia que Kahlan necesitaba descansar, por lo que opto por esta opción, ademas si era necesitada... que sea en optimas condiciones, ademas se encargaría de vigilar sus sueños y bienestar, junto a ella y durante toda la noche si es necesario, la contemplaría y vigilaría sin descanso alguno mientras y por primera vez, sentía su corazón acelerado ante la presencia de una mujer, pero sin percatarse aun de esto, ya que estaba mas preocupado por el bienestar de esta.

Mientras tanto, Anope se acercaría al tronco de un alerce para poder descansar bajo su copa.

Nathaniel se mantuvo en todo instante junto con la joven, sentado al lado de esta y sin apartar en ningún segundo su mirada de ella mientras esta descansaba tranquilamente sobre la hierva, la observaba y contemplaba fijamente, nunca antes se había sentido así hacia una mujer, pero... debía de admitirlo, le agradaba aquella extraña sensación que ahora sentía hacia Kahlan, no podía evitarlo y tampoco deseaba hacerlo.

Pasaron poco mas de dos horas y observo como la joven comenzaba a despertar, esbozando una leve sonrisa al observar sus hermosos ojos azules, azules y profundos como el mar azul o tan hermoso como el azul del cielo despejado y majestuoso.

Para el joven heredero aquel azul era como la luz en medio de la oscuridad del bosque. Luego lentamente se levanto al igual que ella y con la camisa en una de sus manos mientras comenzaba a negar suave y sutilmente con la cabeza ante las palabras de la joven- Aun creo que estas muy cansada, y si deseas ayudar a tu amiga, debes de estar completamente repuesta... -Comento mientras acercaba su diestra a la joven para sostener una de las manos de esta- Sera tan solo esta noche, al amanecer... podremos ir al malecón, esta bien? -Le dijo, demostrándole afecto y preocupación a la mujer frente a sus ojos mientras lenta e inconscientemente comenzaba a acercarse a esta mientras comenzaba a observar tímidamente y de reojo los rojizos labios de Kahlan.

Poco a poco sus mejillas comenzaban a teñirse de un leve color rojizo y comenzaba a sentir demasiadas nuevas sensaciones y sentimientos en ese instante, no la conocía en absoluto, pero no podía evitar sentirse sumamente atraído a esta.

Negaba con la cabeza ante las palabras de la joven, la comprendía a la perfección, pero... no podía permitir que esta váyase a aquel lugar y tal vez exponerse a diversos peligros mientras e inconscientemente su camisa caía sobre la hierba para tomar con su brazo zurdo repentinamente la cadera de la joven para jalarla violenta y seductoramente hacia él.

Pe... perdoname, pero no puedo permitir que te vayas, por tu bien... -Susurro mientras sus mejillas se ruborizaban intensamente al percatarse del acto inconsciente recientemente realizado mientras comenzaba a acercar sus labios a los de ella, pero a tan solo unos pocos centímetros de tocar sus deseados labios, el aire alrededor de ellos se corto y una aguja fue clavada en la nuca de Nathaniel.

Esta aguja poseía en su punta un poderoso somnífero, por lo que inmediatamente hizo que el cuerpo del joven cayese estrepitosamente al suelo sumergido en un profundo sueño mientras diversas figuras cubiertas por grandes capas blancas comenzaban a aparecer alrededor de la pareja, rodeándolo, fue entonces que una voz de uno de ellos se escucho en el lugar- Al fin lo hemos encontrado, ademas ha besado... debemos de purificarlo en Elmore -Comento, suponiendo que el heredero había besado a Kahlan, luego otra vez se escucho- Señorita, salga inmediatamente de este lugar sino quiere resultar lastimada -Advirtió mientras uno de estos cuerpos se acercaban a Nathaniel para cargar su dormido cuerpo para después desaparecer entre las sombras y así dejar sola a Kahlan en aquel lugar.

Fue entonces que Anope y por detrás se acerco a la joven para darle una larga lamida a su cabellera mientras que la camisa del joven yacía sobre la hierba, el caballo había demostrado sumo agrado hacia la joven, por lo que instintivamente se quedaría a su lado, al menos en este oscuro bosque.